PEDRI POTTER y los once rebenques

Y el hechicero Luis Enrique, tendría que añadir.

Jamás había disfrutado tanto con una derrota de la selección, si se puede llamar así a lo que anoche ocurrió. Además de ser incansable y de achicar espacios, de no fallar un pase y de hacer que todo el equipo rival baile al son que él toca, Pedri tiene destellos de calidad de otro planeta. Anoche metió un balón a Oyarzábal en el área por donde no cabía, para lo que tuvo que girar la pierna 180 grados, en una posición imposible, que dejó a la defensa italiana descolocada. El problema es que ni el propio Oyarzábal esperaba que ese balón llegara y falló en el remate, que podría haber sido un antes y un después en el partido.

En el minuto 75 Italia nos tenía donde quería. Uno a cero y durmiendo el partido con una defensa impenetrable. Pero estos muchachos, que no se viene abajo nunca, la rompieron con una jugada magistral que terminó en gol del discutido Morata. Cuando llegamos a la prórroga, los once rebotados que tenemos como selección seguían jugando como si llevaran diez minutos, con una Italia fundida. Pero el oficio de los Azzurra los llevó a los penaltis, y allí es más una cuestión de suerte que otra cosa, como todo el mundo sabe.

Se queda uno con el buen sabor de boca de saber que el entrenador tiene criterio propio, que pasa de todo, que mete a pibitos, a suplentes y a quien le da la gana, porque conoce la importancia del grupo. Del bloque.

España ha cambiado nuevamente el fútbol, y lo ha elevado a otro nivel.

Estos pibes darán que hablar. Y si no, al tiempo.

Qatar los espera.