BRETCH

“El regalo más grande que puedes dar a los demás es el ejemplo de tu propia vida”

(Bertolt Bretch)

Y pongo a propósito la cita de un comunista confeso y consecuente con sus creencias, que se opuso a una vida disipada de comodidades burguesas para convertirse en el máximo exponente del denominado “teatro épico”. Por cierto, que hablando de teatro, otra de sus máximas afirma que “si la gente quisiera ver solo aquello que entiende, en lugar de al teatro deberían ir al cuarto de baño”. Pues en cierto modo me siento así cuando veo que nuestro presidente se niega a sí mismo en tan solo unos meses por boca de su vicepresidenta, cuando afirma que como presidente nunca ha dicho que lo ocurrido en Cataluña hace un año fuese rebelión.

Y claro que lo dijo, pero la vicepresidenta aclaró al periodista que la interpelaba que lo afirmado al respecto lo había sido en su calidad de candidato, que es una cosa, y que otra muy distinta es lo afirmado como presidente. ¡Nada que ver! Y además, se escandalizó por que el periodista fuese tan cerrado de mollera.

O sea, así como pa que yo lo entienda: los principios que te llevan al poder son susceptibles de ser eliminados una vez alcanzado este.

Si ya lo dijo Groucho Marx: “Estos son mis principios. Si no le gustan, tengo otros…”

O tal vez proceda volver a citar a Bretch, cuando afirmó que “cuando la hipocresía es de mala calidad, es hora de comenzar a decir la verdad”.

Yo no sé cuál es la verdad. Solo un pretencioso podría saberlo. Pero los hechos parecen mostrar que Pedro Sánchez es un impresentable.

Listo. Ya pueden tirarme tomates. Pero antes permítanme terminar este artículo con la pregunta que se formuló, una vez más, Bretch:

“¿Qué tiempos son estos en los que tenemos que defender lo obvio?

Salud amigos.