CHÍNGALE, HUEVÓN
El idioma español es el segundo hablado en el mundo, si lo medimos en función del número de personas que lo tienen como lengua materna. El primero es el chino mandarín. Si tomamos en consideración a esos hablantes que el Instituto Cervantes considera de “competencia limitada”, sería el tercero en el mundo, tras chino e inglés. En total unos 560 millones de personas que se manejan en la lengua de Cervantes.
Un dato curioso es que España es el cuarto país por número de hispanohablantes, siendo México el primero, con gran diferencia, con sus 120 millones de habitantes, seguido de Estados Unidos (que entre lengua materna y competencia limitada llegan a los 51 millones), Colombia, con más de 48 millones, y después España, con casi 47. Ya detrás siguen Argentina, Perú, Venezuela, etc.
En suma, aproximadamente un 6,5% de la población mundial habla español. Se espera que en 2030 seamos el 7,5%, y en un par de generaciones, el 10%.
Idioma universal, fuertemente internacionalizado, en expansión, y encima bonito, con palabras como estornino, parafernalia, etéreo o comemielda… No mames, nuestro idioma goza excelente salud.
Sin embargo, preparando una clase esta mañana, me he metido en la web de la Comisión Europea para consultar cosas relativas a la Unión Fiscal Europea. Y he visto que, salvo la información generalista de “qué es la Comisión, dónde se encuentra y a qué se dedica”, una vez entras en harina y tratas de leer acerca de asuntos concretos, tienes que rotar inmediatamente al inglés, porque la información está o en ese idioma, o en el francés. Pero sobre todo en inglés.
Que está bien, no digo que no, al fin y al cabo el inglés es el segundo idioma del planeta por hablantes (nativos y no nativos). Y el francés…, bueno, el francés es el francés.
Pero claro, se plantea uno hasta qué punto tiene sentido que sea así. Y hasta qué punto esto es inalterable. Porque si bien es cierto que el idioma inglés es vehicular en el planeta, especialmente en el lenguaje de los negocios, no es menos cierto que Reino Unido está preparando las maletas para irse de casa.
Estaría bueno que al final nos quedáramos alemanes, italianos, franceses y españoles, entre otros, estudiando las normas de la Unión Europea en inglés… cuando ya no haya ningún país angloparlante en la Unión. Bueno, queda Irlanda, que como bonito, es bonito de cojones; pero al fin y al cabo, en Irlanda vive la misma cantidad de gente que en Madrid. Más o menos.
Por tanto me pido estudiar esa información en español. Y además, aconsejar a polacos, estonios, eslovenos, chipriotas y demás que se sumen a los 560 millones.
Así que menos pendejadas y chíngale, huevón…
Alicia Pérez Ojeda
febrero 28, 2017 at 2:01 pmMuy bueno Javier¡¡¡ Voto por el español siempre y para todo, huir de complejos absurdos y llamar a las cosas por su nombre.. Que es eso de “Madrid fashion week”??? o “Tenerife Noir “….. que comemielda
somos ….jejeje
Javier Marrero
marzo 1, 2017 at 9:08 pmLa Madrid Fashion Week no la conozco. Pero estaré en Tenerife Noir la semana que viene en una mesa redonda, para hablar de novela negra. ¡Así que ya te cuento!
Ahora en serio, no me parece mal que se utilicen anglicismos en determinadas circunstancias, o palabras francesas, o de donde sea. Pero hemos de poner en valor la lengua de Cervantes. Tanta belleza tiene que ser conocida, ¿no crees?
Alicia Pérez Ojeda
marzo 1, 2017 at 9:42 pmSeguro que triunfarás en Tenerife Noir.
Javier Marrero
marzo 1, 2017 at 10:50 pm🙂
José Guillermo
febrero 23, 2017 at 2:50 pmInteresante ?
Saludos desde Maiquetía ??
Siiiiii‼️‼️‼️
Anoche, cuando metía mi maleta en el scanner del aeropuerto de Maiquetía, leí un cartelito en el mismo scanner que ponía:
“aquínosehablamaldemaduro”…
Tanta Lengua y no se puede utilizar…?
Javier Marrero
febrero 23, 2017 at 3:03 pmSaludos trotamundos!!