DONCIC Y EL BALONCESTO “LINKS”

Dice la historia que Bobby Jones, el mítico jugador de golf norteamericano conocido por haber creado el Augusta National (donde se juega el Masters de Augusta), las pasó canutas cuando jugó su primer Open Británico. El hombre llegó allí, allá por los años veinte del siglo veinte, y observó el campo un tanto sorprendido.

No había obstáculos dignos de mención. Lo tenía todo delante. La salida, la calle, el green y la bandera. Y ya. Tampoco le parecieron hoyos muy largos. No entendía cómo el Open británico podía ser tal célebre.

Lo entendió en cuanto comenzó a jugar.

El trazado de las calles era caprichoso. Bajo la hierba había arena, y la superficie de las calles, oculta tras una imagen de perfección paisajística, en realidad era irregular, con ondulaciones que llevaban la bola a cualquier sitio. Si caía en un bunker, ya podía rezar lo que supiese, porque eran pequeños y casi verticales, y parecían tener una ventosa para atrapar bolas. Y si al pegarle la elevaba demasiado, el viento se encargaba del resto. No en vano, estos campos denominados links están junto al mar, y el viento es un obstáculo más. Y no menor, precisamente.

Mirando a Luka Doncic (Slovenia) jugar contra Argentina, a la que endosó nada más y nada menos que 48 puntos, me acordé de todo esto. El tipo mide 2,01, pesa 104 kilos y se mueve como si flotara por el campo. No salta mucho, pero nadie le pone un tapón. Se revuelve y tira en una baldosa, a una velocidad aparentemente lenta, pero a la que nadie llega.

Está todo ahí. Bota delante de ti, telegrafía sus movimientos, pero de repente se mete donde no cabe y saca el balón entre diez brazos que ven impávidos cómo todo es inútil. Se echa el equipo a la pela con la displicencia del chaval que juega en la cancha de la placita. De forma natural. Como si fuera fácil. Mostrándolo todo ahí, en tus narices, sin secretos. Igual que hacen los campos links de golf.

Habla español como nosotros, pues estuvo en el Real Madrid tres o cuatro años, no me acuerdo, además de inglés, serbio y esloveno, claro. Es un verdadero espectáculo, que pasó por encima de Argentina como quien lava.

España lo tendrá delante tras el partido que hemos de jugar contra Argentina. Los Gasol, Rubio, El Chacho y compañía tienen un problema serio.

No veo la hora de que empiece el partido.

Si no les gusta el baloncesto, no importa. Les va a gustar.

Es, en mi opinión, el deporte más grande que se ha inventado J y Doncic es un ejemplo claro de cómo la naturalidad puede ser el mayor obstáculo a vencer.

Como le ocurrió a Bobby Jones en el Open británico.

Luka Doncic. No se lo pierdan.

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