IMPERIDICIOS
Comentaba Elisabeth Wise, representante en Madrid de las DAR (Daughters of American Revolution), que la participación de España en la guerra de la independencia americana no era tan conocida como la francesa. No en vano, a finales del siglo XVIII, España tenía más que perder que Francia, pues si trascendía en sus territorios al sur acerca de la ingente ayuda a Washington y los suyos, podría convertirse en costumbre. Hoy Bernardo de Gálvez está por derecho propio en el congreso norteamericano (por voluntad de Obama), pero unos años después de aquello, Inglaterra devolvió la moneda a España con el plan Maitland, siete mil soldados para Bolívar y la Armada de Cochrane subiendo el Pacífico para atacar Lima desde el mar bajo las órdenes de San Martín.
Con la secreta ayuda de España al futuro Estados Unidos de América se ponía el embrión a un imperio, el norteamericano, y con la abierta ayuda británica a los sublevados en Sudamérica nacía otro, Inglaterra (tal vez más que imperio fue una potencia colonial) y moría lentamente el anterior, España. España estuvo muriendo un siglo. Comenzó con Trafalgar en 1805 y terminó con la guerra de 1898… contra Estados Unidos. La isla de Guam, Filipinas, Cuba y Puerto Rico dejaron de ser posesiones españolas como consecuencia de dicha guerra y España pasó a jugar en ligas menores. Y ahí seguimos. La potencia mundial era Inglaterra, la moneda, la libra y Estados Unidos era el gigante que se despereza lentamente.
Pero cuando termina la II Guerra Mundial, los acuerdos de Bretton Woods convierten a Estados Unidos en la potencia planetaria por excelencia, con el permiso de Rusia.
Del real de a 8 español se pasó a la libra y luego al dólar como monedas vehiculares del planeta. La estabilidad financiera parece haber sido un elemento esencial en la constitución de cualesquiera imperios que usted pueda imaginar.
Cuando surge la inestabilidad financiera del periodo de entreguerras y el patrón oro se pone en entredicho, los americanos imponen el dólar-oro como nueva referencia mundial. Inglaterra deja de ser la potencia planetaria de referencia.
Bueno, pues a lo que iba.
Estados Unidos se ha ventilado a cinco imperios hasta la fecha. Dio la puntilla a España en la guerra de Cuba, rematando a un imperio planetario. Enfrenta a Hitler, utilizando todas las herramientas a su alcance: aliados rusos, aliados europeos, estrategia y bombas. De paso enfrenta a los nipones y asimismo los somete. Luego se impone a Inglaterra tras la Gran Guerra, proponiendo su propia moneda sobre la libra en contra de Keynes. Al aceptarse el dólar-oro como referencia, acumular dólares era equivalente a acumular oro, pero más fácil. El dólar se convierte en la moneda en la que se realizan el 80% de las transacciones mundiales. Logrado eso, en 1971 Nixon elimina el patrón dólar-oro. Ya tienen la moneda universal.
Mientras, enfrenta a Rusia y al comunismo en general. Rusia tiene un ejército cuatro veces el americano, y un arsenal muy superior, pero el sistema implosiona. La estrategia, la táctica, la paciencia y la seguridad en el sistema de mercado puede con los soviéticos, que ven impotentes cómo su sistema perfecto quiebra. Tras cincuenta años, se desmigaja solo, siendo sus propios ciudadanos los que tiran abajo los muros. Estados Unidos no tira una bomba y hoy Rusia tiene algo más que el PIB que España.
En los años 90 pasa Japón a ser el peligro nuevamente, algo que nos explican en algunas pelis como La Jungla de Cristal o Sol Naciente. Japón va a por Estados Unidos y éstos, obsesionados con los Toyota de importación, enfrentan al imperio del sol naciente en la Torre Nakatomi, con Bruce Willis descalzo pegando tiros a diestro y siniestro. Japón es un país con el que no pueden competir desde el punto de vista de la productividad. Pero se viene arriba y se lanzan a utilizar una política de dinero barato y endeudamiento para crecer sin límites. Hoy observamos cómo el denominado Abenomics ha convertido al país en un zombi con una deuda descomunal.
O sea, nuevamente las finanzas.
Pero eso alumbra una idea.
Bajar el precio del dinero arruina a la gente. Si lo hace con Japón, lo hará con cualquiera.
Bajaron el precio del dinero en occidente diez años más tarde (¿se acuerdan?), y en 2008 vino la quiebra financiera mundial. Todo el mundo se vino abajo. Pero Estados Unidos tenía la moneda vehicular, la que se impone en todo el planeta, así que se puso a imprimir dinero y a repartirlo, y la bolsa norteamericana no ha parado de subir en los últimos… no sé, ¿cuatro, cinco, seis años? Pues eso. Hay quien dice que la estrategia se estableció para arruinar a todo el mundo menos una élite. No sé. No estoy para conspiraciones de esas, la verdad. Pero una cosa sí que es cierta:
Ahora China va a por ellos.
Y viceversa.
China ha intentado por todos los medios validar el yuan como moneda vehicular, pero nadie lo quiere, porque la transparencia no es el punto fuerte del país. Así que hacen otras cosas, como comprar oro, cerrar contratos de futuros de petróleo con yuanes base oro para pagar a Rusia y cosas así. Pero eso es poca pólvora para desafiar al dólar.
En 2011 aposté una comida con un amigo que afirmaba que en 2014 China sería el primer país del planeta. Hoy China es la fábrica del planeta, sí, pero aún en 2021, si miramos el PIB nominal por países para 2019, vemos cómo el de Estados Unidos asciende a 21,3 billones de dólares y China 14,16. Estados Unidos tiene 350 millones de habitantes y China 1.400 millones.
Seguramente en algún momento China adelantará a Estados Unidos, pero no parece ser mañana.
Por otra parte, el cómo lo hacen los americanos es un misterio para mí. Las finanzas no parecen ser del todo ajenas al asunto. El real de a 8 fue base de una parte importante del crecimiento mundial de España en su día. Y hoy, casi el 25% del PIB británico sale de la city, que son cuatro calles en Londres.
El norteamericano es un país que creemos conocer porque nos lo ponen todo, incluso la autocrítica a su propio sistema, delante de las cámaras. Conocemos a Trump, a Reagan, a Bush, a Clinton, a Obama. Conocemos el ala oeste de la Casa Blanca, nos han contado lo de House of Cards, lo de garganta profunda, lo del Watergate, todos los hombres del presidente, lo de la lucha por los derechos de las mujeres, de las minorías, etc. Todos sabemos lo que es un instituto americano, lo que es la Prom lo que es la NBA o la Superbowl, o los Oscar, o los Grammy… qué carajo, la gente ya celebra Halloween aquí y todo.
Vas a vivir allí y te das cuenta de que la gente es amable, afable, curiosa, cálida, trabajadora. De buenos amigos, fieles y duraderos. Algo que confirmas cuando ves Friends y te partes el culo de risa.
Y te crees que conoces el país.
Pero luego analizas la historia y te das cuenta de que tras una fachada que se presenta simple y conocida, alguien parece estar al volante.
Atentos al partido con China…
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