MODESTA IGNORANCIA

Un buen amigo comenzaba a argumentar cualquier cosa diciendo siempre “en mi modesta ignorancia…”. Me parece un comienzo brillante, porque en realidad la única fuente de información de que uno dispone son los medios de comunicación, que a veces se convierten en medios de desinformación, pues obedecen a quienes obedecen, según los casos.

Sentado lo anterior, cuál no es mi sorpresa cuando leo, no sin cierta sorpresa, que medios con líneas editoriales opuestas coinciden, con la boca chiquita o con la boca abierta de par en par, en el acierto de Sánchez por cambiar de tercio y ponerse del lado de Marruecos en el asunto del Sáhara.

Yo no soy capaz de formarme ni opinión al respecto, porque no tengo más información que usted. Pero lo que intuyo detrás de lo acontecido, a la vista de lo publicado, es que detrás de todo está la mano de la UE.

Me da (y estoy novelando), que Úrsula Von der Leyen, o alguien, ha hablado con Sánchez para solicitarle el famoso “arregla eso, muchacho”, como paso previo a conseguir que las relaciones con Marruecos y Argelia se normalicen, de forma que Europa consiga su energía con España como “hub” necesario.

Argelia se ha enfadado, claro, llamando a consultas a su embajador y tal. Pero en el fondo (siempre hablo de lo que dicen los medios) saben que se van a forrar. Van a vender a Europa lo que no está escrito en los libros.

Por su parte, Marruecos logra materializar un viejo plan de Hassan II, obtiene, entre otras cosas, la explotación los fosfatos del Sáhara (Bou Kraa), y todo lo que ello supone para los sedientos campos de los países desarrollados, amplía su territorio y, de paso, bloquea la salida de Argelia al Atlántico. Un hecho menor, pero a considerar.

España, por su parte, se coloca en el centro del debate energético, convirtiéndose en un paso necesario para Francia, Alemania, y de paso para los demás. Previsiblemente ganaremos dinero pero, sobre todo, un peso específico del que ahora carecemos. De paso, parece que Marruecos se olvidará de Ceuta, Melilla y Canarias.

Simultáneamente se consigue anular a los rusos, se consigue energía para Europa y, por último, pero no por ello menos importante (el famoso “last but not least” anglosajón), los países africanos envueltos en la ecuación cuadran sus balances…

De paso (y sigo inventando, ¿eh?), tanto Argelia como, sobre todo, Marruecos, sabrán que España es intocable, porque se convierte en el nodo de unión entre la UE y África en materia energética. Con la OTAN está detrás del asunto, claro.

Todo lo anterior, por supuesto, con el beneplácito de las grandes potencias del mundo mundial (el de Estados Unidos, que ya reconoció a Marruecos derechos sobre el Sáhara cuando estaba Trump de presi, o el de Francia, que tiene mano e intereses varios en ambos países, sin ir más lejos).

No sé.

¿Usted sabe?

Se agradecería algo de luz en todo esto, porque el cabreo de los nacionalistas y comunistas de España es genuino. Y uno no sabe ya qué pensar.

Y es que esto de la geoestrategia es mú cansao, quillo.

Mú cansao…