MUROS

Re: Ministerio de la Verdad

Antecedentes de la pregunta:

El pueblecito estaba compuesto por un montón de casas de autoconstrucción, precarios cables de electricidad y defectuoso saneamiento. La gente salía adelante como buenamente podía, cancameando aquí y allá, ganando alguna perra, dando a los hijos la formación que su economía les permitía… y pagando sus impuestos.

Tampoco pedían mucho más.

Un buen día comenzó a llegar al pueblo gente de otros pueblos. De más allá. No tenían nada. Necesitados de ayuda, estaban desesperados.

Algunos quisieron ayudarlos.

Otros protestaron. No podían ayudar, apenas disponían de medios para ellos mismos.

Un medio de comunicación local se hace eco de la situación, que pone sobre la mesa. El debate es acalorado.

Unos hablan de egoísmo, otros de solidaridad, otros de desesperación. Algunos se meten con el vecino que les cae mal, otros aprovechan para arremeter con los morosos que no pagan. Otros con la ideología de los renuentes. Algunos directamente con los de los otros pueblos, emigrantes en busca de un futuro. Algunos simplemente discuten. En general.

La pugna comienza.

Ya de por sí encarnizada, la controversia se ve súbitamente azuzada porque surge otro medio de comunicación, antagónico al anterior, y el debate se polariza. Por un lado, los que apoyan a los que quieren ayudar a los desheredados de los otros pueblos, perseguidos que se han quedado sin nada. Por otro, los que afirman no poder ayudar a nadie por encontrarse al límite.

Mientras todo ello acontece, al fondo de la escena se divisa un muro. Altísimo, infranqueable. Detrás de él vive gente. Son iguales a los que están fuera del muro, pero tal vez son… no sé. Tal vez más iguales.

Afuera del muro, la pelea arrecia.

Protegidos por el muro, los iguales observan y opinan. No va con ellos, en realidad. Los que están afuera del muro, están afuera del muro. Los que están adentro, adentro. Y si estás afuera, convendría ser solidario con los más necesitados. Algo que comentan mientras abren un excelente vino y cortan varios quesos de importación.

–Qué bárbaros los de fuera del muro.

–Qué poco civilizados.

–Deberían hacer como nosotros. Discutir sosegadamente, razonablemente. Enfrentar la realidad.

Las nueve. Hora de leer, de ver una serie de televisión o aplicar un exfoliante con ese producto milagroso. A ver si el ruido por fuera del muro se aplaca, que no hay quien se concentre.

Pregunta:

–¿Dónde cree que vive usted?

  1. Dentro del muro
  2. Fuera del muro

En caso de haber contestado 1., puede prepararse unas cotufas y seguir viendo la tele.

En caso de haber contestado 2., escoja una respuesta a la siguiente pregunta:

–¿Qué debería hacer el lugar donde vive usted al respecto?

  1. Construir asimismo otro muro en su exterior
  2. Derruir el muro que se ve a lo lejos
  3. Las dos anteriores
  4. Ninguna de las anteriores

En breve le indicaremos a qué grupo pertenece usted, para que así pueda distinga claramente con quién debe discutir en el futuro.

Mientras tanto, puede prepararse unas cotufas y seguir viendo la tele.

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