RECONSTRUCCIÓN
Cuando te levantas después de la fiesta, ves las colillas apagadas en las macetas y los vasos volcados por todas partes. Preside el lugar una especie de hedor nauseabundo mezcla de alcohol, sudor, vómito, nicotina y compañerismo, mezclado con las cefalea y náuseas propias de un despertar caracterizado por la correspondiente resaca.
¿Te suena?
La diferencia es que lo anterior es la consecuencia de una juerga en casa, y lo que ahora vivimos son las consecuencias de haber cerrado el país dos meses. El resultado es más o menos el mismo. Está todo patas arriba, y ahora hay que recoger. Limpiar macetas, fregar cacharros, tirar los vasos y despertar a los borrachos que se quedaron a dormir en el sofá porque no tenían perras para el taxi.
Todos los países se plantean cuáles son las recetas apropiadas para poner la casa en orden. Estados unidos va a regar con pasta todo el país. De momento, 2 billones de dólares. Vaya usted a saber cuánto terminarán imprimiendo. Sostendrán a las empresas y a las familias y tirarán para adelante. Me cuenta una amiga que en Holanda van a seguir las recetas de Kate Raworth, una profesora de economía británica que ha comparado al planeta con un donut, y que aboga por la defensa de la ecología y del uso racional de los recursos naturales. Por su parte, Italia ha nombrado jefe del equipo de reconstrucción a Vittorio Colao, un economista proveniente de la prestigiosa Bocconi, a la sazón CEO de Vodafone en el país. Alemania da el virus por amortizado y ha emitido préstamos blandos sin límites para las empresas, que ya van a toda leche. Otros países como Suecia o Portugal han sido previsores, y el bicho no les ha afectado tanto como a nosotros.
Nosotros… ¿y nosotros?
Pues parece que Sánchez llamó a Casado. De salud bien los dos, gracias a Dios.
Además, quedaron en formar una comisión de investigación.
Hombre, glamour, lo que se dice glamour, mucho no tiene.
Pero decidan lo que decidan, desde aquí seguiremos informando. Que la Providencia los ilumine.
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