SOLIDARIDAD

El pasado 20 de noviembre, el diario La Nueva España, de editorial Prensa Asturiana, publica un artículo en el que se detalla que Marruecos, entre otras cosas, tiene centenares de carros de combate M-60 y otros más modernos de fabricación china. También tiene unos 200 Abrams, norteamericanos, absolutamente letales. Potentes lanzacohetes múltiples de fabricación china Norinco PHL 03, con un alcance de 300 km, que podrían barrer una gran parte de Andalucía y todas las Islas Canarias. Además, la Armada de Marruecos cuenta, entre fragatas y corbetas, con siete unidades, y con la fragata portamisiles de fabricación francesa “Mohamaad VI”. En su fuerza aérea tienen 33 Mirage F-1 y cincuenta F-16 reconvertidos a la versión más moderna. Aquí vamos a retirar los F-18 de la base de Gando, porque ya no les entra la segunda, y los vamos a sustituir por los más modernos Eurofighter Typhoon. En respuesta, Marruecos ha anunciado que comprará los carísimos aviones furtivos F-35, de quinta generación, que le permitirá mantener la supremacía aérea en toda la zona canario-sahariana.

Esto me sugiere que Marruecos tiene capacidad para vigilar sus costas, de modo que las pateras no sigan viniendo. Incluso me sugiere que tienen capacidad para más cosas.

Mientras tanto, amplían unilateralmente sus aguas territoriales, metiendo dentro a Canarias y a todos sus tesoros ocultos (el telurio y tal), vienen 20.000 hombres jóvenes y fuertes en patera con dinero y móviles y nuestros policías, dependencias de Cruz Roja y servicios sociales, simplemente ya no saben para dónde mirar.

Entonces nosotros les llevamos un tupper de garbanzas a la plaza, donde el ministro ha decidido soltarlos, y esa noche dormimos tranquilos, convencidos de que somos el pueblo más solidario del mundo.

Y realmente lo somos.

Porque, además, tenemos claro que hemos de llevarnos bien con nuestros vecinos. Pero creo que también hemos de actuar de tal modo que nuestros vecinos piensen lo mismo: que deberían llevarse bien con nosotros porque, al fin y al cabo, somos una tierra de encuentro que nunca ha hecho daño a nadie.

¿No les parece?