ESQUEMA de un país… (y III). EL TAMAÑO IMPORTA

 A día de hoy han fallecido algo más de 53.000 personas por coronavirus en el planeta. Dicen. De estos, 10.403 son españoles. Esa cifra sí me la creo. Según esto, uno de cada cinco de los fallecidos por coronavirus en el mundo, es español. Encima, en la mayoría de las ocasiones estas personas han fallecido en absoluta soledad, precisamente por la naturaleza de una enfermedad que obliga al aislamiento.
Es posible que los demás países no estén contabilizando bien sus fallecidos, que en China haya habido más, o en Francia, o en Alemania. O en América del Sur. Es posible que carguen a España el mochuelo de un número desproporcionado de fallecidos para su población, como consecuencia de que nosotros siempre decimos las cosas. Igual que ocurrió con la gripe de 1918, que no era originaria de España pero que se llamó española porque fue la prensa española la única que se atrevió a hablar de ella. Porque todos los demás países estaban enfrascados en una guerra horrorosa.
No lo sé.
Lo que sí sé es que 10.403 personas son muchas personas. Demasiadas.
Y también intuyo (no lo sé, pero lo intuyo) que si España fuese un país más potente económicamente, más influyente, con más peso en el mundo, el que le corresponde por talento, por idioma, por relaciones y por posición estratégica en el planeta, a lo mejor las cosas no habrían ido como han ido. No necesitaríamos siempre tanta ayuda del BCE, de la UE ni de nadie.
Pero no podemos, no debemos, echar la culpa al gobierno de eso. Ni a este, ni a los anteriores ni a los que vendrán. De otras cosas, tal vez. De eso, no.
Ya hemos visto la realidad: en España hay prácticamente un trabajador por cada perceptor de pensión o prestación. Es una proporción malísima. Una persona no puede trabajar para generar su sueldo y el de otra persona más, que cubrirá a base de impuestos. Si a esto unimos que un tercio de las empresas españolas están en pérdidas, pues no hay mucho más que hablar.
Que España es un Estado social es indiscutible. Se diga lo que se diga, más de el 60% del presupuesto del Estado se va anualmente a gasto social. Da igual quien gobierne, y se ponga como se ponga la izquierda.
Pero para ser social hay que tener dinero. Y cuando la gente no llega a fin de mes, difícilmente puedes tener criterio social, porque el dinero que obtiene el Estado lo obtiene de los beneficios de los ciudadanos. Y de las empresas. Los países más sociales del mundo, esos que todos quieren emular (Suecia, Noruega, Dinamarca, Finlandia…) son países con una economía fuerte, sólida. Que no venden sus industrias por cuatro chavos. Que no las deslocalizan a las primeras de cambio. En España la mayoría de las empresas son micropymes, es decir, empresas con dos o menos trabajadores. Con más de diez trabajadores hay algo más de un 4% de empresas, y las empresas medianas son testimoniales. No llegan a 30.000 en toda España, de las más de 3 millones que tenemos. Pues fíjense en este cuadro que viene abajo.
La fuente es de Eurostat, poco sospechosa de estar ideologizada. Y la cosa no ha variado en los últimos dos años. En lo que se refiere a productividad, prácticamente todas las empresas estamos en el primer grupo.
Tenemos que crecer. Generar recursos para nuestra sociedad. Se lo debemos a todos los que han estado partiéndose el pecho trabajando en esta crisis sin recursos, jugándosela día a día. A los sanitarios, a los policías, a los reponedores, a los transportistas, a los agricultores, a los operadores logísticos, al ejército… A nuestros hijos, que nos miran con los ojos interrogantes. Los más pequeños no entienden por qué no pueden ir al parque, ni al cole. Los mayores se preguntan qué país les vamos a dejar. Endeudado, envejecido y sin tejido empresarial.
Pero sobre todo se lo debemos a los que no lo han logrado. Y a los que no lo van a lograr. De momento son más de 10.000. No los hemos podido ayudar. Hemos de apoyar a sus familiares, a sus seres queridos. Pero hemos de ayudar a todos los demás
Los empresarios tienen (tenemos) una grandísima responsabilidad, una tarea ingente en todo esto. La sociedad también, mostrando su apoyo. O crecemos, o ganamos dinero y aportamos, o generamos empleo y atraemos talento, inversiones, riqueza y futuro… o las ansias sociales de toda una sociedad se va a quedar en eso.
En ansias.
#quedateencasa
micropymes
No Comments

Post a Comment