BIG BAND & Fimucité

Ayer Fimucité volvió a colmar las expectativas de un servidor en un concierto que la Big Band ofreció al público en el Leal de La Laguna. Bajo la dirección de Kike Perdomo y su saxo y con la participación estelar de Joseph LoDuca a las guitarras, la voz de Esther Ovejero hizo temblar hasta los cimientos de las centenarias construcciones laguneras (qué barbaridad de mujer), y de paso imprimió una pátina de excelencia musical a los afortunados que fuimos a pasar calor (qué calor) al emblemático establecimiento cultural.

Ana Molowny brilló, como siempre hace, con ese buen hacer con que ha nacido para destacar la magnificencia de otros, tratando siempre de anular la suya propia, cosa que apenas consigue, pues la brillantez de esta polifacética mujer no tiene precio. El micrófono no tiene secretos para ella, el dominio de la escena, tampoco.

Diego Navarro observaba desde su palco, y sonreía ante la gran labor realizada. Ante sus ojos se desplegaba una banda impagable que ofreció un elenco de temas a cual más difícil de ejecutar, con la naturalidad de quien, como diría Marcos Mundstock, frecuenta el éxito como una costumbre más. Navarro siempre es capaz de aglutinar a su alrededor el talento que puebla esta tierra, y otras, como nadie.

Excepción hecha del concierto de esta noche en el Paraninfo, quedaría la guinda. Es decir, los dos grades conciertos en el Auditorio de Tenerife el fin de semana próximo, que prometen estimular todas nuestras neuronas, con Greg Lewis a la batería para tocar los temas en honor al gran Stan Lee el viernes, y el sábado el concierto Dioses y Detectives, bajo la batuta del propio Diego Navarro, que no me explico de dónde saca el tiempo para tanto ajetreo.

Pues mientras dure esta 17 edición (año próximo mayoría de edad de Fimucité), aprovechemos. No te lo pierdas, colega. Compra tus entradas. Esto es un evento único en el mundo, y recibirás sensaciones… pues eso.

Únicas en el mundo.

Larga vida, Fimucité…

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