EL DÍA DE LA MARMOTA

Debido a la crisis del Covid, el BCE ha adquirido deuda por 1.850 millones de euros. Dicho de otro modo, se han insuflado 1.850 millones de euros a una economía como la de la UE de forma extraordinaria. Concretamente a España ha dedicado más o menos 190.000 millones. Y España, desde que gobierna Sánchez, ha visto incrementada su deuda en unos 300.000 millones, más o menos. Casi todo suscrito por el BCE, claro, si no a ver…

Ese maná del BCE ha mantenido la primas de riesgo muy bajas (o sea, los intereses de la deuda), motivo por el cual hemos pagado “sólo” 30.000 millones anuales por la deuda pública, pero ahora se corta el grifo y nos encontramos con la siguiente situación. Tomen nota:

–Deuda pública española camino de 1,5 billones de euros (como dije, 300.000 millones más que cuando entró Sánchez).

–Inflación al 8% y subiendo. O sea, la gente tiene un 8% menos de pasta en el bolsillo.

–Sin financiación del BCE para seguir subvencionando la economía.

–Previsible incremento de la prima de riesgo, porque la pasta ya no vendrá del BCE y cobrar la deuda tiene más riesgo.

–Por lo tanto, incremento del coste de devolución de deuda.

–Deuda camino del 1,5 billones de euros. ¿Ya lo dije…? Ah, perdón.

–Déficit fiscal a la vista, que ya va por el 5% del PIB, una “desageración”.

–Incremento de la carga fiscal a la vista, que ya va por el 39,4% del PIB. Llegaremos al 41%, al tiempo.

Mientras, la deuda pública se incrementa a razón de 200 millones de euros al día, por cierto, que no está mal.

Por su parte, la Seguridad Social ve venir a los del “baby boom”, la generación más numerosa de la historia de España, y la que más ha cotizado, que irán pasando poco a poco a cobrar su pensión. El déficit de las pensiones no es broma, y nos gastamos en pensiones más de 170.000 millones de euros al año. Será mucho más, y seguramente querrán cubrirlo… con más impuestos.

Sin embargo, nos tienen entretenidos con asuntos que no tienen nada que ver con esto, y miramos a partidos minoritarios a ver qué deciden votar en esta o aquella disposición.

Mientras, los españolitos de a pie seguimos pagando como podemos, y esperando a que se vuelvan realidad los mantras de los que mandan. Somos los de la sensibilidad, los que ayudan a quien hace falta… A este paso, dentro de pocos seremos todos.

Mañana entrará otro en el gobierno, tendrá que tomar decisiones al respecto de lo anterior, y lo llamaremos de todo.

–¿Cómo que recortes? –dirá alguien poniendo el grito en el cielo–. Por favor, que falta de sensibilidad…

Es como la peli del día de la marmota.

 

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