EL NUDO GORDIANO

Cuenta la leyenda que Gordio era un labrador de Frigia, en Anatolia (Turquía), y que fue escogido rey de los frigios por una de esas respuestas extrañas de algún oráculo que seguramente estaría engrifado. O vaya usted a saber. Lo cierto es que el fulano fue nombrado rey de Frigia para su propia sorpresa, y en agradecimiento ofreció al templo de Zeus su carro, su lanza y su yugo, atado a este con nudos imposibles. Total, que el jodido nudo se convirtió en otra leyenda, que aseguraba poder universal a quien fuera capaz de deshacerlo.

Cuando Alejandro Magno llegó y se enteró de la leyenda, no tuvo dudas. Sacó la espada y a tomar por saco el nudo. Luego siguió conquistando.

Yo pensaba que el nudo gordiano del fútbol pertenecía a la selección española (jatetú), o sea, su insuperable tiki taka. Pero hoy he averiguado que este más se parece a la encomiable defensa que, con más tesón que otra cosa, ha montado Marruecos para que nuestros atacantes no puedan penetrarla.

No tuvimos, o no supimos, encontrar una espada como la del montenegrino, y finalmente el nudo nos ha superado. Nos ha vencido.

Habrá gente que sabe mucho más de fútbol que quien escribe, y que hoy hablarán de multitud de detalles que a mí se me han pasado por alto. Seguramente saben leer el juego, saben identificar los fallos, pueden entender lo ocurrido…

Pero este simplón vio un partido bastante plano, donde once atacaban y otros once defendían y, de vez en cuando, salían al contraataque. El marcador quedó a cero, como ha quedado para Marruecos desde que empezó este mundial, y nos han mandado a casa.

Nada que objetar.

Hoy, los jóvenes jugadores españoles Pedri, Nico, Ansu, Gavi y demás veinteañeros de la primera mitad, han averiguado que ganar un mundial es jodido, y los que somos talluditos nos acordamos de los Iniesta y compañía, y de cómo fueron capaces de sobreponerse a todo para lograr quedar en lo más alto.

No es fácil. De hecho, es muy difícil.

Cuatro años tienen para lamerse las heridas, para repasar, aprender, pasar hambre, ganas, y para salir en Estados Unidos, México o Canadá a darlo todo.

Mientras tanto, un servidor seguirá disfrutando del fútbol.

Bueno, feliz día de la Constitución… que eso sí es importante.

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