HISPANOTORIEDAD

Respira bajito. Camina por la sombra. Agacha la cabeza. Sonríe cariacontecido. Pide perdón. Muéstrate avergonzado. Heredero de todos los males del planeta, eres paria entre tus vecinos, poder universal expulsado, casualidad inexplicable, anomalía histórica, desenfoque bioceánico. No intentes detener la demolición. Reniega de tu Historia, avergüénzate de tu presente, nuestro futuro lo deciden nuestros vecinos, incapaces de sostener lo que queda del desvarío. No leas, no pienses, no discutas, no te alces, pero sobre todo, no hables. Porque procedes de un país que supone tan sólo el 0,62% de los habitantes del planeta, pero si hablas te va a entender casi del 10% del planeta. A ver qué coño se te ocurre decir. Porque lo que fue el día de la Hispanidad, hoy día de la Fiesta Nacional, es también el día de la resistencia indígena. Lo dijo un indígena, tal vez ignorante de que los indígenas se alinearon con los realistas desde el minuto uno, junto con los españoles de raza negra, que no eran pocos, contra los que querían eliminar a España del mapa. Qué sabrían ellos, que en aquella época no tenían Twitter ni Facebook para informarse debidamente, ni Instagram, para expresarse sin filtros. No saben que esa guerra, que perdieron, les trajo una libertad de doscientos años que se ha convertido en inestabilidad financiera, penuria económica, saqueo multinacional, disgregación social, inseguridad ciudadana. Qué sabremos nosotros, que hoy deambulamos por el mundo con presencia irrelevante, prescindible. Vana. Escritores olvidados, brillantez científica sin apoyo, música prisionera, deporte que gana y gana sin cesar… y sin gloria, militares que cooperan con discreción, cocineros que brillan en silencio, belleza de nuestra tierra disfrutada con desdén, un país que por lo que nos dicen merece otros dueños, que de seguir así eventualmente sucederá.

Imperfecto, desgraciado, valiente, brillante, vivo, el más bello que diera la Tierra, que demanda ciudadanos que sepamos leer, hablar, escuchar, respetar, razonar, trabajar, pensar. Fabular, proyectar, imaginar, aguantar, incluir, abrazar.

Así que cierra la tapa del ordenador, deja la mesa recogida, sal de la estancia en silencio. Apaga la luz.

Y… cierra la puerta al salir.

O tal vez no…

 

Tú mueves.

 

 

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