VERDAD

VERDAD
 
La verdad es hija del tiempo, no de la autoridad
Sir Francis Bacon (1561-1626)
 
Se ve que desde la época del filósofo británico hay problemas con la verdad. Yo diría que mucho antes, porque ya Platón decía que “Hay que tener el valor de decir la verdad, sobre todo cuando se habla de la verdad” unos cuantos siglos antes de que naciera Jesucristo.
 
De todo ello infiere uno que la manipulación de los hechos para presentar una verdad alternativa no es algo nuevo. Pero un Ministerio de la Verdad es propio de países totalitarios, y ahí la UE se haya plantado. Ha dicho claramente que no los quiere.
 
En cualquier caso, hace un par de semanas una Orden Ministerial ha metido al Consejo de Seguridad Nacional en el fregado de escanear las actuaciones de las publicaciones en papel o en digital en cuatro fases. Monitorización, seguimiento, evaluación y respuesta política ante las desinformaciones publicadas, de acuerdo con la siguiente declaración de propósitos y objetivos:
2.
“Por tanto, y con la finalidad de dar cumplimiento a los requerimientos establecidos por la Unión Europea e implementar a nivel nacional las políticas y estrategias promulgadas en el ámbito de la lucha contra la desinformación, urge redefinir los aspectos implicados mediante la identificación de los órganos, organismos y autoridades que forman el sistema, y marcar el procedimiento sus actuaciones”.
 
He buscado y rebuscado en la Orden la definición del concepto “desinformación”, y no lo he encontrado. Ruego a quien tenga la preparación jurídica para encontrarlo, me lo diga.
Porque, si esta Orden Ministerial se publica sobre la base de concepto desinformación, en tanto en cuanto éste no quede definido, pasa a ser un concepto jurídico indeterminado. Al menos en lo tocante a la norma.
Dicho de otro modo, los ciudadanos vamos a ser monitorizados sobre la base de un concepto jurídico indeterminado.
Y eso mucha seguridad jurídica no aporta, la verdad. Porque… vamos a ver.
¿Es desinformación decirnos que ni se nos ocurra ponernos las mascarillas, que no hacen falta?
¿Es desinformación decir, dos meses más tarde, que está prohibido salir a la calle sin mascarilla?
¿Había desinformación antes? ¿o después?
¿O tal vez simplemente hubo un error, un error propiciado por el desconocimiento?
¿Qué diferencia hay entre el error, la opinión contraria y la desinformación?
¿La desinformación lleva aparejada la intencionalidad? ¿Cómo se demuestra la intencionalidad? ¿Cuál es la intencionalidad aceptable y cuál no? ¿Hay alguien que haga algo sin intencionalidad?
¿Puede, en cualquier caso, atribuirse un error de criterio (o un criterio divergente) como desinformación intencionada?
¿Puedo yo, ciudadano libre que paga sus impuestos, formularme todas estas preguntas, en cualquier caso?
Porque a lo mejor estoy equivocado. Y quiero mi derecho a estar equivocado. Y no me gustaría que, mediante la aplicación de un concepto jurídico indeterminado, se me atribuyera una actuación de desinformación.
Pero intuyo que es algo que puede pasar.
¿O no?
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