VICTIMISMO

“Qué tiene que hacer un gobierno cuando alguien vulnera la Constitución, cuando alguien declara la independencia…”

De este modo comenzaba su alocución Margarita Robles en contestación a la portavoz de la CUP, Mireia Vehí, que acusaba al gobierno de Sánchez de espiar con el programa Pegasus a 66 dirigentes independentistas.

Robles, excepcional en su conocimiento del Derecho y una leona en la defensa de nuestro orden jurídico e institucional, no tuvo pelos en la lengua para poner en su sitio a la líder independentista para asombro y, por qué no decirlo, espanto, de muchos de los que necesitan de sus votos para esto o para aquello. Entre otros del propio Sánchez.

Aparentemente acosado en el rincón del ring, la respuesta del presidente no se ha hecho esperar, poniendo en conocimiento del público que él también ha sido espiado por Pegasus. Así como la hoy discutida Robles.

Claro, eso pone sobre el tejado de los independentistas la pelota del victimismo. Si el propio presi es espiado, dónde vamos nosotros a quejarnos… Nada mejor para aunar fuerzas y apretar las filas que un enemigo externo, que tal vez nunca conozcamos, un argumento que se refuerza con el hecho de que otros líderes europeos, (Boris Johnson, por ejemplo) también han sido espiados con el Pegasus de las narices.

Sin embargo, una vez pasa la corriente y se asientan los posos, aclarándose el agua un poco, uno comienza a rumiar preguntas en su mente.

¿Cómo es que los independentistas se enteran que son espiados con el Pegasus antes que el propio gobierno, que cuenta con todos los medios en Derecho para protegernos a todos?

¿O tal vez el gobierno ya sabía que había sido espiado? Tal no parece, porque ahora van a comprobar, nos cuentan, quién más ha sido espiado.

Es decir, que da la impresión de que el gobierno se acaba de enterar que han sido espiados… precisamente porque los del Govern han lanzado la alarma, si bien con ánimo victimista, claro.

Sentado lo anterior, ¿han prestado un servicio a España los del Govern mediante este acto? Tal parece.

¿Sabía esto Robles cuando contestó a la líder de la CUP?

Porque, si esto se sabía, ¿por qué no se comentó en público para que todos los supiéramos entonces? ¿Y por qué se comenta ahora? ¿Sólo para anular el victimismo catalán? Porque, desde luego, para tranquilizar a la población no creo que sea.

Por otra parte, si no se sabía, ¿está el gobierno haciendo dejación de funciones en materia de seguridad?

Nos cuentan que el presidente y Robles fueron espiados durante un periodo de tiempo corto, y que luego no han sido espiados más. Pero… si los catalanes no hubiesen puesto el dedo en la llaga, ¿se hubiese averiguado esto?

Sea como sea, si el peligro es externo, ¿qué interés tienen estos espías para espiar, precisamente, a los independentistas catalanes? No parece una tarea para unos espías internacionales. En todos caso, irían a por el Estado, digo yo.

Sea como sea… ¿está el Estado protegido?

Los espías existen, han existido y existirán, y averiguar los desvelos de los gobernantes es una actividad frenética que se enmarca en la geoestrategia de los países. Hemos visto muchas pelis al respecto, y parece ser parte del juego de las naciones.

Pero llegados a este punto, lo que sí es preocupante es que, en España, sea la credibilidad de los dirigentes lo que está en el punto de mira.

Da la impresión de que todo lo que se hace, o no se hace, se dice, o no se dice, tiene como finalidad la prevalencia. Y en mi opinión, debería tener como finalidad la seguridad de todos.

Sánchez, cuya credibilidad es como mínimo mejorable, no puede transmitir ansiedad al ciudadano de forma permanente. A pesar de la dignidad de Robles en defensa del Estado, creo que esta legislatura está sentenciada, porque para Sánchez el PP sigue sin existir, por mucho que Feijóo sea un tipo moderado. Y sus aliados parecen haberse puesto en pie de guerra.

En la medida en que uno solo dispone de la información que esparcen los medios, espero, no sabe usted cuánto, estar totalmente equivocado en estas disquisiciones.

No Comments

Post a Comment