¿Y AHORA?

El índice IA (Incidencia Acumulada) correspondiente a los últimos 14 días en Canarias está en estos momentos en 27,12 casos por cada 100.000 habitantes. Dicho así puede parecer bajo, pero hemos de considerar varias cosas:

–Dicho índice estuvo en aproximadamente 56 en el momento del pico más alto de incidencia del virus.

–Tras las medidas de confinamiento, dicho índice bajó a 1,43, es decir, el coronavirus había sido prácticamente erradicado de Canarias.

–El índice actual es la consecuencia eso que se ha venido en denominar “nueva normalidad”.

–La velocidad de crecimiento es muy alta.

Por tanto, creo que hemos de concienciarnos todos de que este bicho se pega con una facilidad pasmosa, y que está en nuestra mano detener su avance. Cuando terminaba el confinamiento y la apertura de actividades parecía cercana, eran varias las voces que incidían sobre el peligro de la apertura de Canarias al turismo, por los infectados que podrían venir de fuera de Canarias a empeorar la situación. El turismo es nuestra principal fuente de ingresos como comunidad, y los números pronosticaban un futuro un poco menos complicado por la buena imagen que proyectábamos al exterior.

Bien, no sé qué incidencia puede haber tenido el turismo en este crecimiento, la verdad. Pero lo cierto es que esa buena imagen que en su día proyectamos puede ser borrada en cuestión de días si no nos ponemos serios con el asunto. Personalmente no soy partidario de pensar en conspiraciones extrañas, como últimamente leo en las redes y en algunos medios. Si esto es una conspiración o no, en realidad da igual. Hablamos de un virus que se pega con una facilidad inusitada y que puede matar gente. Punto. Los ciudadanos de a pie estamos facultados para leer, pensar y opinar, pero seamos serios: no tenemos ni idea de dónde está el problema.

Por tanto, opino que hemos de confiar en los profesionales de la medicina, en nuestros investigadores y en nuestros dirigentes, y seguir sus instrucciones. A nadie gusta estar confinado. A nadie gusta tener que cerrar su negocio.

A nadie gusta arruinarse, joder.

Pero hemos de permanecer unidos en esto, ser solidarios, buscar ayuda donde podamos, aguantar hasta que se vea la luz al final del túnel, y luego ayudarnos unos a otros para levantar nuestra maltrecha realidad.

Este bicho no va a poder con nosotros.

Ánimo y adelante.

 

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